Analizar el contexto de la película

© Enrique Martínez-Salanova Sánchez

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El puntero de don Honorato/Bibliografía


La posguerra europea Análisis histórico y social «Viena sin Danubio» (Lectura)

Para investigar el contexto en el que se desarrolla la película: La posguerra en Europa


Los crímenes de los nazis habían causado al menos un propósito inquebrantable entre los aliados: eliminar el azote del nazismo. Los propósitos de los aliados eran demasiado divergentes: Churchill deseaba impedir que la Unión Soviética dominara Europa Central y Stalin quería que sus victorias militares y sufrimientos del pueblo ruso fueran pagados en moneda territorial.

El nuevo presidente, Harry Truman, al principio se esforzó por llevar adelante el legado de Roosevelt y mantener unida la alianza. Sin embargo hubo un desvanecimiento en cuanto a los aliados: Estados Unidos y la URSS, los dos grandes situados en la periferia, ahora se enfrentaban en el corazón mismo de Europa.

Stalin aprovechó el debilitamiento de la Europa Occidental y el planeado retiro de las fuerzas norteamericanas para avanzar la frontera soviética 1000 kilómetros al oeste hasta el Elba. La historia del comienzo de la Guerra Fría consistió en hacer frente al hecho de que las tensiones entre la Unión Soviética y los Estados Unidos no habían sido causadas por algún equivoco sino que, de hecho, eran genéricas. Truman comenzó su presidencia intentando llevar adelante la idea de los Cuatro Policías.

Viena, al igual que el resto del país, se dividió, a partir de los acuerdos adoptados en la Conferencia de Postdam (1945), en cuatro zonas de ocupación. Como efecto de la política de vigilancia mutua a que se sometían las dos superpotencias, nació la idea en americanos, británicos y franceses, de dotar de una Constitución a Alemania Occidental, dividida en tres partes desde 1945 y a las 3/4 partes de Berlín que estaban en su poder. La meta teórica era la reunificación de toda Alemania, en realidad conocían la postura de la Unión Soviética contraria a este fin. A lo más que aspiraban era a la reunificación de sus territorios, y conseguir de esta manera un Estado poderoso y coaligado a las potencias occidentales, frente al empuje soviético.

En la película El tercer hombre se aprecia esta división, la alianza de los tres países Francia, EE.UU. y Reino Unido frente al territorio y las autoridades soviéticas.

Análisis histórico y social


Es una inmejorable película para apreciar la guerra y sus consecuencias, conocer la problemática de la Europa posterior a la guerra mundial, la lucha de los bloques, la separación de zonas y sus consecuencias inmediatas: estraperlo, tráfico y corrupción, así como la burocratización de las instituciones.

Puede surgir de inmediato la comparación con situaciones actuales.

La noria gigante de Viena


La rueda gigante de Viena es, desde su apertura, el símbolo del «Wiener Prater» (parque de atracciones vienés) y un monumento característico de Viena por su silueta apreciable desde lejos. La rueda gigante de Viena erigida por el ingeniero inglés Walter B. Basset entre 1896 y 1897 sobrevivió a todas las catástrofes naturales y los conflictos armados, contrariamente a las de Londres, Blackpool, París y Chicago. Luego de que toda la instalación y todas las cabinas fueran destruidas en el año 1945 por bombas y fuego, pronto comenzó a girar la rueda gigante de Viena, junto con la reconstrucción de la ciudad.

«Viena sin Danubio»


Julián Marías

Publicado en «Visto y no visto» 1.

Madrid, Guadarrama, 1970, pp. 461-464.

El tercer hombre no ha envejecido ni un solo día: el signo de las obras auténticas y fieles a su momento. Y esto tiene un mérito especial, porque describe una situación ya pasada y remota: Viena poco después de la guerra mundial; en parte destruida, social y humanamente; ocupada por los aliados, recorrida por los jeeps de la Policía Militar, un americano, un inglés, un francés y un ruso, con sus cuatro matices y sus rencillas; una ciudad presidida por la escasez, la pobreza, el hambre, el tenso esfuerzo por sobrevivir y agarrarse a cualquier brizna de ilusión. El tema de El tercer hombre está ligado a aquella situación: tráfico de productos racionados, sobre todo de penicilina, falsificación, atroces consecuencias, niños muertos o para siempre inválidos, crímenes; y, por otra parte, vidas desquiciadas, inseguridad, temores, y sobre todo soledad.

Y al lado de esto, la ciudad. Creo que nunca he visto otro caso en que una ciudad esté recreada por el cine, convertida en protagonista. Carol Reed ha fotografiado Viena de una manera maravillosa, la ha explorado rincón tras rincón, la ha dramatizado, ha buscado las mejores y más expresivas luces, la ha presentado en escorzos atrevidos, cada uno de los cuales vale por una acción novelesca o dramática. Las calles desvalidas de la ciudad medio muerta, la magnificencia barroca, que choca con la sordidez actual, las amplias perspectivas hechas para otra vida, que acusan su incongruencia patética con lo que está pasando, la noria del Prater, la hueca plaza misteriosa de la noche, las alcantarillas, donde sucede la famosa persecución, tantas veces imitada después.

Y no ha olvidado que una ciudad no es sólo urbe, no es sólo arquitectura, sino población. Los pocos transeúntes, los vecinos que se aglomeran, hostiles y recelosos, junto a la casa del portero degollado, el niño inquietante, insistente y hostil que acusa reiteradamente a Joseph Cotten y le persigue, el café, el público que asiste a la representación o a la absurda conferencia, todos ellos presentan la imagen de una vida anómala, provisional, acosada, una vida que ha sido la realidad de Europa casi entera durante años; algo que ha sido real, y esto quiere decir que es posible, aunque pretendamos olvidarlo.

No puede ser casualidad: al recrear prodigiosamente Viena, al hacerla revivir, bañada en la lírica pesadilla de la cítara, acuñada en imágenes sobrecogedoras y persistentes, ensayada, subrayada, inventada en inverosímiles escorzos expresionistas, Carol Reed no ha mostrado el Danubio. ¿No quiere esto decir que ha querido mostrarnos Viena bajo el signo ominoso de la privación?.