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El documental: Realidad y abstracción

©Enrique Martínez-Salanova Sánchez


El puntero de don Honorato/Bibliografía


Los comienzos Búsqueda de la realidad Lumiére y Brighton Abstracción: Joris Ivens

El documental animado

Biografía de los Hermanos Lumière Biografía de Joris Ivens

El cine documental. Los comienzos


La mayoría de los autores afirman que el cine documental nació el año 1922, al estrenarse la película Nanook el esquimal, de Robert Flaherty, a pesar de que desde el mismo comienzo del cine lo que se filmaba ya eran documentos en movimiento que tenían por objeto tan sólo registrar acontecimientos de la vida cotidiana. Los primeros documentalistas fueron grandes exploradores (Flaherty, Vertov, Grierson) que llegaron a filmar aspectos muy cercanos a ellos y otros en los más remotos lugares de la tierra. Más tarde llegaron directores que prefirieron filmar el cine social, más cercano a su propia realidad, o el cine sobre la naturaleza, como los documentalistas de televisión, con más medios y en algunos casos muy buenos resultados.

Los últimos documentalistas tienen más capacidad de viajar pero no descartan filmar su propio entorno, sin apenas salir del barrio. Actualmente el mundo del documental es muy variado, sin fronteras en sus tratamientos, desde el cine más tradicional hasta el digital, ni en sus contenidos, ya que tratan cualquier actividad, remota o cercana, artística o social, deportiva o científica, sin excluir en ningún caso ni el documental de investigación ni el documento etnográfico.

Con frecuencia, los programas de ficción adoptan una estructura y modo de narración muy cercanas al documental, y a su vez, algunos documentales reproducen recursos propios de la creación de obras de ficción. El género documental es amplio y polivalente, desde el documental puro hasta documentales de creación, pasando por modelos de reportajes muy variados. Se denomina docudrama cuando los personajes reales se interpretan a sí mismos o a los verdaderos protagonistas. El documental falso se llama mockumentary.

Hoy se habla mucho del docu-ficción, un tipo de película ficción que recrea ambientes y situaciones reales, con técnicas de filmación documentales. Es muy común en películas de denuncia.


El documental animado


Sheila M. Sofian define el documental de animación como «toda película animada que parte de materiales de no ficción».

Los historiadores sitúan el origen del documental animado en 1918, año en que el pionero Winsor McCay realizó El hundimiento del Lusitania, The sinking of Lusitania, recreación del episodio ocurrido en 1915, que recrea el ataque de un submarino alemán a un lujoso crucero Británico con 2000 pasajeros, que marcó la entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial y del que no se habían registrado imágenes documentales.

Siguiendo esta tradición en la animación y coincidiendo con el éxito de Nanook el esquimal, Nanook of the North, de Flaherty, considerado el primer documental de la historia, los hermanos Fleischers (Max, Dave, Joe, y Lou), inventores, animadores y hábiles comerciantes que rivalizaban con el poderoso Disney, produjeron el primer largometraje de animación, el cual fue precisamente de no ficción: Einstein´s Theory of Relativity, en 1923.

En el terreno de la animación experimental, John y Faith Hubley realizaron diversos cortos entre 1959 y 1973 que partían de la grabación de las voces de sus hijos. Wallace y Gromit, ha dedicado buena parte de su filmografía a encontrar una expresión animada para esas derivas del habla cotidiana que no suelen encontrarse en los estudios de doblaje: en sus series de cortos Animated conversations (BBC, 1978) y Conversation pieces (Channel 4, 1982), las voces grabadas de taquilleras de cine, pensionistas y presos inspiraban una sucesión de registros animados.

Algunos ejemplos cercanos en el tiempo son Late Edition (Peter Lord y David Sproxton, 1983) sobre un hombre que trabaja en la última edición de una revista y que utiliza grabaciones de gente y locaciones reales como bases. Grave of the fireflies (Isao Takahata, 1988) basada en la novela del japonés Akiyuki Nosaka y que narra, su experiencia infantil en los bombardeos de la segunda guerra, basado en hechos reales y personales. El corto Abductees (1995), de Paul Vester, que recreaba testimonios de supuestos abducidos por extraterrestres.

Otros documentales animados son Waking life (2001), de Richard Linklater, con sus diálogos filosóficos, o la autobiográfica Persépolis (2007), de Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud.

Vals con Bashir, 2008, de Goldman,  recupera en clave autobiográfica, la matanza sucedida en los campos de refugiados palestinos de Sabra y Chatila durante la guerra del Líbano. Chicago 10, de Brett Morgen, sobre el juicio a los Siete de Chicago, es un punto de inflexión en la historia de la contracultura americana.

En Truth has fallen (Sheila Sofian, 2009), se combina animación e imagen real, para denunciar los casos de personas que han sido erróneamente encarcelados, mediante los recuerdos de esos falsos culpables, en clave de pesadilla.

El hundimiento del Lusitania (1918)

Grave of the fireflies (1988)

Persépolis (2007)

Vals con Bashir (2008)

Chicago 10 (2008)

Búsqueda de la realidad


El cine, desde los comienzos, se ha planteado como uno de los objetivos buscar la realidad y filmarla para presentarla al espectador. Sin embargo la verdadera independencia entre objetos a filmar y métodos de filmación se logró cuando el cineasta pudo manejar una cámara y un magnetófono al mismo tiempo. De esta forma se hizo posible el documental, al liberarse el cineasta de las servidumbres del cine filmado en un plató, en el que todo debe estar previsto con mucha anticipación y absolutamente preparado. El documental nació de la necesidad de filmar la realidad, por un lado, y de disponer de la oportunidad de moverse con la cámara con el sonido sincronizado al mismo tiempo, por otro. Actualmente el cine documental puede prescindir de la claqueta. Con varias cámaras se pueden filmar diversas visiones o puntos de vista desde diversos ángulos en el mismo momento histórico, lo que hace posible revitalizar la expresión y el lenguaje cinematográfico. También el cine de ficción obtiene de esta manera secuencias de mayor realismo.

El documento fílmico. Lumiére. La Escuela de Brighton


El cine comenzó siendo documento fílmico. El propio Louis Lumière pensaba en el cine más como un instrumento científico que como un espectáculo para las masas, por lo que filmaban escenas callejeras y situaciones de la vida cotidiana. Tanto en Francia como en Estados Unidos, como los primeros intentos en casi todos los países, fueron filmar situaciones que se desarrollaban ante los ojos de los ciudadanos. El cine lo que hizo fue sacarlos de contexto y presentarlos como documento. Se han convertido en referencia y dato histórico de una época.

El cine fue documento fílmico hasta que Mèliés le añadió el espectáculo visual, trasformando sus proyecciones en ficción de ilusionistas, con la inclusión de historias sencillas en ambientes muy complicados y barrocos. Desde sus comienzos, como ya se ha explicado anteriormente en este texto, el cine se hacía con fines de puro entretenimiento, exhibiéndose las películas en ferias, teatros de variedades o grandes palacios del cine. No obstante, en el Reino Unido, se creó un movimiento que la historia ha dado en llamar la «Escuela de Brighton», por una serie de cineastas que actuaron en dicha ciudad por motivos casuales. Les unía la utilización de la luz y el paisaje de la naturaleza, huyendo de los tristes decorados de cartón. Utilizaron con anticipación a otros el primer plano, en The big Swallow (1901), de Georges Albert Smith, el travelling con intenciones dramáticas y los primeros pasos en el montaje.

Tras la Primera Guerra Mundial las películas comenzaron a atraer cada vez más a los artistas e intelectuales, apareciendo un público más exigente, sobre todo en las grandes ciudades de la cultura. En los años 20 se fundaron cine-clubs y sociedades cinematográficas. El público comenzó a interesarse también por la noticia filmada y aparecieron los noticiarios.


Auguste (1862-1954) y Louis (1864-1948) Lumière


Su padre, Antoine, era un conocido pintor retratista que se había retirado para dedicarse al negocio de la fotografía; tanto Louis como Auguste continuaron con el negocio familiar.

Louis desarrolló un novedoso método para la preparación de placas fotográficas, que convirtió la empresa familiar en líder europeo del sector. En 1894, Antoine fue invitado a presenciar una demostración del kinetoscopio de Edison. Fascinado por el invento, propuso a sus hijos que buscasen la manera de mejorarlo, ya que se trataba de un aparatoso artilugio, cuyas proyecciones sólo se podían contemplar a través de una ventanilla.

Un año más tarde, Louis había hallado la solución. En 1895 Louis consiguió construir en Lyón, el primer aparato cinematográfico. Con él rodó la salida de los obreros de su fábrica, su primera película formó parte del primer programa cinematográfico presentado en público, en París el 28 de diciembre.

Uno de sus primeros films, La llegada de un tren a la estación de Ciotat, el efecto de una locomotora que parecía salir de la pantalla fue sorprendente.

Mientras Auguste seguía con sus actividades hacia la biología, Louis Lumière siguió innovando en el campo de la imagen con la creación del fotograma, la placa de tricromo para fotografiar en color, la fotografía en relieve y el cine estereoscópico.

 

Salida de la fábrica de los hermanos

Lumière

 

 

 

Primer plano de The big Swallow

 

 

El beso

 

 

Hermanos lumière

La abstracción de la realidad: Joris Ivens


El cine experimental llevó a algunos fotógrafos a interesarse por el documental y por la experimentación cinematográfica mediante estudios fotográficos de la luz y del movimiento. El cine experimental comenzó a buscar la abstracción, una forma de filmar la realidad desde otros puntos de vista. Jorins Ivens realizó así Lluvia, (Regen, 1929), con el subtítulo de «poema cinematográfico», filmando el agua en las calles de Amsterdam durante y después de una tormenta. El naturalista francés Jean Painléve, uno de los pioneros del documental se especializó en fotografía submarina que acompañaba de música, con lo que presentaba la realidad sublimada por el montaje y la melodía.

Los cineastas comenzaron a plasmar las imágenes de forma real, intentando verlas desde diferentes puntos de vista en lugar de colocarlas simplemente ante la cámara y filmarlas. La intencionalidad del cineasta comenzaba así a dominar el ojo selectivo de la cámara y trabajándolas en el laboratorio, mediante el montaje, las películas que mostraban la actualidad fueron avanzando en una dirección cada vez más abstracta y compleja.


Joris Ivens

Imágenes del documental

Tierra de España

Joris Ivens (1898-1989)


Director de cine holandés. Hijo de un comerciante de aparatos fotográficos, pudo disponer desde muy pequeño de una cámara tomavistas. De hecho, con trece años fue ya capaz de rodar un primer cortometraje amateur, La flecha ardiente. Estudió Economía en Rotterdam, y Química en la Universidad de Charlottenbourg, mientras lo simultaneaba con el aprendizaje de la técnica fotográfica.

Más tarde, optó por ampliar sus conocimientos trabajando en diversas fábricas alemanas, hasta que en 1926 regresó a la empresa paterna y comenzó a participar en el incipiente movimiento cineclubista de la época. Ese contacto con las tendencias de vanguardia le influyó en sus siguientes obras, caso de El puente o La lluvia, de marcado carácter experimental.

A finales de los años veinte viajó a la antigua URSS, donde conoció a los más importantes realizadores soviéticos y adquirió un compromiso ideológico que le acompañaría el resto de su vida. Sin embargo, en un primer momento la influencia soviética es tan patente que las películas de Ivens glosan los avances del comunismo (Construimos) o, sin más, se adscriben a la corriente del maquinismo (Sinfonía industrial). Ya en Bélgica entró en contacto directo con las luchas obreras, y llega a filmar importantes huelgas mineras (Borinage).

En 1936 se trasladó a Estados Unidos, donde se relacionó con intelectuales como Ernest Hemingway, Lillian Hellman, Robert Flaherty o John Dos Passos. Juntos fundan la sociedad Contemporary Historians, con el objetivo de producir una película que presentase al mundo la lucha de la República española frente al alzamiento militar de Francisco Franco. Dirigida por Ivens con un presupuesto de 2.000 dólares, Tierra de España se convierte en uno de los más estremecedores documentos sobre la Guerra Civil, al estructurarse sobre dos ejes: la lucha de los milicianos y los movimientos campesinos. Hemingway se encargaría de poner su voz al narrador de este filme.

Tras vivir el riesgo físico real de que rodando en el frente alguien le disparase un tiro, optó por una mayor tranquilidad y viajó a China. Pero fue en Estados Unidos donde rodó la mítica La electrificación y la tierra, documental didáctico para convencer a los granjeros de la necesidad de poner electricidad en sus casas. La tecnología como fuente primaria de cambio social es el vértice sobre el que gira esta película, surgida al amparo de los nuevos aires del ´New Deal´ puesto en marcha por el presidente Roosevelt.

Joris Ivens marchó después a los países del Este de Europa, rodando en Checoslovaquia (Los primeros años), Polonia (La paz vencerá), la URSS (La amistad vencerá) o la República Democrática Alemana (El canto de los ríos). Afincado en Francia, codirigió Las aventuras de Till l'Espiegle, su único acercamiento al cine de ficción.

En los años sesenta orientó su compromiso social y político hacia la pobreza que padece Latinoamérica y la agresión sufrida por Vietnam. A Valparaíso describe con enorme crudeza la progresiva ruina de una ciudad chilena antaño próspera, como símbolo de una degradación que sólo puede conducir al futuro surgimiento de revoluciones.

 

Tierra de España

Idea, guión y realización: JORIS IVENS.

Fotografía: JORIS IVENS y JOHN FERNO.

Música: MARC BLITZSTEIN y VIRGIL THOMPSON, sobre piezas populares españolas.

Sonido: IRVING REISS.

Montaje: HELENE VAN DONGEN.

Comentario y voz (versión original inglesa): ERNEST HEMINGWAY; (versión francesa): JEAN RENOIR; (versión castellana): ARTURO PERUCHO, con adaptación musical de RODOLFO HALFFTER y CARLOS JIMENEZ.

Duración: 54 minutos.

Producción: Contemporary Historians Inc. para Prometheus Picture Company, New York (USA), 1937.

Lugares de rodaje: Madrid, Fuentidueña de Tajo y el frente del Jarama.

Fechas de estreno: Julio de 1937 (USA), 14 de abril de 1938 (Francia) y 23 de mayo de 1938 (España)