VOLVER A «GRANDES TEMAS TRATADOS EN EL CINE»

Antropología social: Los conflictos y encuentros culturales tal como los ve el cine


El encuentro de las culturas y la Alianza de las Civilizaciones en el cine

A partir de un artículo (corregido y actualizado) publicado por el autor en «Comunicar» nº  32, 2009

©Enrique Martínez-Salanova Sánchez


El puntero de don Honorato/Bibliografía/Lecturas de cine/Glosario de cine


La riqueza intercultural como impulsora de futuro

La brecha entre las culturas del mundo viene de antiguo

Las personas son diferentes, al igual que sus culturas

Encuentros y desencuentros culturales en los medios de comunicación y en el cine

El concepto de cultura

 

Invasiones, guerra y colonialismo en el cine

 

Oriente y occidente en las Termópilas

Las guerras religiosas en el cine

Algunas películas

Encuentros y desencuentros culturales en el cine

Algunas películas

Cuando el cine rompe estereotipos

 

El cine de los países con mayores necesidades y la integración cultural

La incidencia de los medios en la educación para un diálogo intercultural

Azur y Asmar

César y Zaín

Valores comunes. Lo que nos une 

El compromiso con el cine digital como medio de acercamiento intercultural

Referencias


Hablo del cine y el encuentro de las culturas


Toda mi vida he vivido inmerso en ámbitos de la cultura muy diferentes. por familia, la riojana, con ascendencias aragonesas y vascas, la andaluza, con vivencias marroquíes, viajar y estudiar en Europa, vivir y trabajar en países americanos, Chile, Brasil, Argentina, Perú, con amistades de culturas y etnias muy diferentes... Por familia, por matrimonio, por hijos, por amistades muy queridas, sé de lo que hablo, he aprendido fuera de mi lugar de nacimiento mucho más de lo que he enseñado.

Y el cine me ha aportado más conocimientos, más amplitud, en campos y aspectos que nunca hubiera podido apreciar ni vivir. Estudié, viví, me desarrollé y enseñé antropología de la cultura, he intentado siempre los encuentros, los aprendizajes, los contactos, que he desarrollado en  muchos otros lugares, sobre todo americanos.

En esta parcela de mi Web, muy apreciada por mí, intento poner un granito de arena en este aspecto. Como imagen, una de Azur y Asmar, largometraje de animación realizado en 2004, dirigido por Michel Ocelot, en una coproducción de varios países europeos.


La riqueza intercultural como impulsora de futuro


 La sociedad del conocimiento es necesaria para mejorar las estrategias de convivencia en el mundo mediante la riqueza y la fuerza impulsora que aportan la diversidad de civilizaciones y culturas. Los medios de comunicación y las nuevas tecnologías incrementan la posibilidad de la interrelación humana mediante la conexión en redes. El cine, en concreto, presenta nuevas pautas de conducta, acerca conocimientos y culturas y se hace imprescindible para mostrar diferentes formas de resolución de conflictos, aspectos desconocidos del dialogo intercultural y examina la alianza en la solución de problemas comunes y la búsqueda de respuestas creativas a los principales problemas de la humanidad, principalmente los que tienen que ver con la paz y la solidaridad. Se debe ayudar a los sistemas educativos a promover la formación, instrucción y educación en el uso de las nuevas tecnologías, clave del futuro social, con el fin de preparar a las generaciones venideras en el uso crítico de los medios como instrumento y camino de interrelación humana, búsqueda de información e instrumento de investigación y de aprendizaje.

El cine, no siempre puede presentar los encuentros entre culturas en sus aspectos totales. Lo hace constantemente de forma muy concreta, mostrando mínimos contactos, respetando creencias e ideologías, manifestando los valores comunes que unen a los pueblos, presentando las relaciones afables entre gentes de diferentes grupos humanos. Para que las relaciones interculturales empiecen a tener distinto perfil, es necesario luchar contra prejuicios y estereotipos, y el cine es un medio eficaz que contribuye a ello, pues una película va más allá de su propia historia y del lenguaje cinematográfico y técnicas con la que está realizada (Castiello, 2001)


 

«La diversidad de civilizaciones y culturas es un rasgo básico de la sociedad humana y una fuerza impulsora del progreso del hombre. Las civilizaciones y las culturas reflejan la gran riqueza y legado de la humanidad; por su propia naturaleza, se solapan, interactúan y evolucionan en relación unas con otras. No existe una jerarquía de las culturas, pues todas han contribuido a la evolución de la humanidad. La historia de la humanidad es de hecho una historia de préstamos y de constante fertilización mutua».

Del informe del Grupo de Alto Nivel de la Alianza de Civilizaciones. Foro Mundial 15 y 16 de enero de 2008.


 

Curro: «Es que nunca he entendido bien qué tipo de árabe eres, Bembi».

Adbembi: «Te he dicho mil veces que no somos árabes. Nuestro pueblo [bereber] tiene cinco mil años de historia, y se extiende por toda África. Tenemos nuestra identidad, nuestra cultura, nuestra propia lengua».

Curro: «Tienes suerte de tener raíces».

Adbembi: «Tus raíces son mis raíces. Nuestros ancestros fueron los mismos. España fue un país bereber durante muchos siglos».

…Oye, Curro, ¿porqué me has elegido para ser tu socio en el chiringuito?

Curro: Porque eres mi amigo … y además tenemos las mismas raíces ¿no?

Diálogo entre Adbembi (Farid Fatmi) con Curro (José Coronado) en el filme Poniente (2002), España, de Chus Gutiérrez


La brecha entre las culturas del mundo viene de antiguo


Darío de Persia asentó el germen más peligroso en la lucha de las civilizaciones al afirmar que al aplastar al enemigo infiel sus soldados ganarían gloria en la Tierra y felicidad en el Cielo. Instaló así la simiente de la primera guerra santa en el mundo, que más tarde repetirían otros creyentes, entre ellos cristianos, musulmanes y judíos. Dos mil quinientos años más tarde, en 2001, el mundo recibió la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural, que valora la comunicación entre las culturas, que adquiere un sentido nuevo en el marco de la mundialización y del contexto político internacional actual, convirtiéndose así en un instrumento indispensable para garantizar el mantenimiento de la paz y la cohesión del mundo. La declaración es un instrumento normativo imprescindible que fundamenta la necesidad del respeto de la diversidad de las culturas y del diálogo intercultural como las mejores garantías de desarrollo y de paz (UNESCO, 2001). Estas dos formas de ver la relación entre culturas y pueblos las han plasmado los medios de información y de comunicación, así como la novela y el teatro.

Las grandes civilizaciones, no así las gentes y las culturas, desde el inicio de los tiempos han estado en conflicto. El totalitarismo es un tema vivo y ancestral. Las diferencias entre Oriente y Occidente se pueden documentar desde hace dos mil quinientos años, en los albores de la historia. Los héroes y dioses de Oriente y Occidente se batieron en una guerra de diez años en Troya. Herodoto, nacido en Halicarnaso, en la frontera con Asia, se preguntaba por qué a los pueblos de Asia y a los de Europa les costaba tanto vivir en paz. Lo intentaba explicar a base de leyendas y mitos de la tradición oral y de testimonios directos de sus coetáneos que resistieron cuatro décadas atrás las invasiones de Grecia por Jerjes y su ejército y que recogió y relató el historiador a la manera de un actual reportero. El hecho es que la confrontación ya existía en su tiempo, al igual que la manipulación de la información y que el mundo occidental se defendía de las intromisiones del invasor persa, Rey de Reyes, que intentó dominar el mundo desde Oriente, al mismo tiempo que mantenía a raya a los pueblos del norte de Asia y dominaba una considerable porción de los pueblos africanos. Herodoto relató la batalla defensiva que del paso de las Termópilas hizo el rey Leónidas con sus trescientos espartanos (además de miles de hoplitas y otras ayudas), que permaneció como un mito a seguir, inspiró a escritores, historiadores y poetas, y mitificó para la posteridad occidental a un pueblo puro y valeroso, el espartano, cantado y recreado por escritores y políticos de todos los tiempos y admirado por dictadores, Hitler y Franco entre otros. Alejandro, el Magno, desde Occidente, devolvió la mano a los orientales años más tarde y dominó al mundo persa, aunque no completamente su cultura. Se repitieron las invasiones con la civilización romana, con los hunos de Atila sobre Europa, las tribus de Gengis Kan desde China hasta las puertas de Occidente, y el mundo musulmán, que al mismo tiempo que se extendía como una mancha de aceite impregnaba con sus ideas y las de los griegos el pensamiento y la ciencia europea. España, Portugal e Inglaterra construyeron sus imperios y llevaron su lengua y su religión por toda la Tierra y, aunque impusieron sus idiomas y creencias, destruyeron civilizaciones y avasallaron a las gentes, muchas culturas se mantuvieron en la clandestinidad y afloran aún hoy por todas partes. Se sabe que quién realizó el primer intento de dominar el mundo fue Sargón, acadio, hacia el 2200 a J.C. muchos otros lo intentaron a lo largo de los siglos, en Europa Napoleón y Hitler (a una de sus escuadrillas aéreas la denominó «Leónidas»), por la fuerza o por el comercio, o ambas, como el dominio norteamericano de tierra y mares. Las ideas, a partir de las revoluciones francesa y rusa, se exportaron a los cinco continentes. Con todos estos avatares se destruyeron gobiernos y se desmoronaron civilizaciones, aunque las pautas culturales emergieron siempre de diferentes formas, en muchas ocasiones de forma cruenta, y sus residuos irrumpieron con fuerza desde las cenizas y las ruinas, manteniéndose hoy día con mayor o menor estabilidad y coexistiendo con las culturas dominantes. «La diferencia entre Oriente y Occidente es arbitraria y varía alrededor del globo» Edgard Gibbon (1737-1794), citado por Kurht (1995).

Hoy, a través de la globalización, se hace más patente la existencia de grandes brechas al mismo tiempo que los conflictos emergen con peligrosa fiereza. Sin embargo, es tesis controvertida por los historiadores que las civilizaciones estén abocadas al choque cruento, en algunos casos existe un rechazo rotundo de la opinión errónea de que las culturas están llamadas inevitablemente a enfrentarse. Las voces que claman por el entendimiento, la alianza y el diálogo son cada vez de mayor calidad, más aún en un mundo tecnificado, globalizado (Mayor Zaragoza 2006), en el que los cauces para el diálogo y la comunicación debieran ser más fluidos y eficaces, en el que la imposición puede dar paso a la cooperación y al abandono de la idea de que la única solución a la amenaza que las diversas culturas tienen de sus valores es la confrontación, la guerra, la victoria total y la destrucción final de las civilizaciones que son consideradas como amenaza para unos u otros. En plena sociedad de la información y la comunicación, también entreverada por la del espectáculo, tienen gran fuerza y poder los medios de comunicación, la información y las nuevas tecnologías telemáticas, que llevan y traen por el mundo conceptos e ideas, que relacionan a las personas, que aportan alternativas informativas e ideológicas a las de los poderes dominantes y que permiten el trasvase de pautas de cultura, mitos, descubrimientos, datos, realidades y creencias entre unos y otros pueblos.


Las personas son diferentes, al igual que sus culturas


De Shirin Ebadi, Premio Nobel de la Paz 2003

Las personas son diferentes, al igual que sus culturas.

Las personas viven de diferentes formas y por igual difieren las civilizaciones.

Las personas se comunican en una variedad de lenguas.

Las personas se rigen por diferentes religiones.

Las personas llegan al mundo de diferentes colores y son muchas las tradiciones que matizan sus vidas con diversos tintes y tonalidades.

Las personas se visten de maneras diferentes y se adaptan a su entorno de diversas formas.

Las personas se expresan de manera diferente y asimismo su música, su literatura y su arte reflejan modos diferentes.

Pero a pesar de estas diferencias, todas las personas tienen un único atributo en común: todas ellas son seres humanos, nada menos, nada más.

Y no importa cuán diferentes sean, todas las culturas comparten algunos principios:

Ninguna cultura tolera la explotación de los seres humanos.

Ninguna religión permite la matanza de inocentes.

Ninguna civilización acepta la violencia o el terror.

La tortura es aborrecible para la conciencia humana.

La brutalidad y la crueldad son detestables en cualquier tradición.

Dicho más escuetamente, estos principios compartidos por todas las civilizaciones reflejan nuestros derechos humanos básicos. Estos derechos son atesorados y cuidados por todos, en todas partes.

Así, la relatividad cultural no se debería utilizar nunca como pretexto para violar los derechos humanos, puesto que estos derechos simbolizan los valores más fundamentales de las civilizaciones humanas.

(Tomado de PNUD, Informe de Desarrollo Humano 2004: La libertad cultural en el mundo diverso de hoy, pp. 23)

Shirin Ebadi


Encuentros y desencuentros culturales en los medios de comunicación y en el cine


El mundo está intercomunicado debido a la revolución tecnológica y, de hecho, se convierte en un mundo en crecimiento intercultural. Aunque la cultura dominante posee todos los medios para difundirse e imponer su voz, la red de redes permite que se generen productos culturales alternativos, que logra que los países más pobres, cuyas culturas son desconocidas en occidente, se visibilicen en el panorama icónico internacional. La cinematografía es un ejemplo: el cine hindú, el iraní, el bosnio, el chino, el de la mayoría de los países latinoamericanos, compiten en las salas de cine con el europeo o el norteamericano, exponen visiones diferentes y presentan a occidente una gran diversidad de culturas, etnias, ideas, filosofías, comportamientos y religiones.

«La diversidad de civilizaciones y culturas es un rasgo básico de la sociedad humana y una fuerza impulsora del progreso del hombre. Las civilizaciones y las culturas reflejan la gran riqueza y legado de la humanidad; por su propia naturaleza, se solapan, interactúan y evolucionan en relación unas con otras. No existe una jerarquía de las culturas, pues todas han contribuido a la evolución de la humanidad. La historia de la humanidad es de hecho una historia de préstamos y de constante fertilización mutua». (Del informe del Grupo De Alto Nivel de la Alianza de Civilizaciones. Foro Mundial 15 y 16 de enero de 2008).

La idea de la solución armada de los conflictos, ha resucitado bajo el signo de la política imperialista de los Estados Unidos y de quienes la apoyan. Quienes abogan por el choque de las civilizaciones están patrocinando una lucha de necios, que a corto plazo puede subvertir las ansias de regeneración de la convivencia en el planeta. (Martínez-Salanova, 2008)

Las redes telemáticas y los medios de comunicación de masas, necesarias hoy para el acercamiento interciudadano, serán más positivas si se apoyan en sistemas de valores desde los que las instituciones básicas de la sociedad promuevan la aceptación participativa y crítica de los medios de comunicación y de información y hagan posible que las personas de culturas, etnias y civilizaciones diferentes unan sus esfuerzos y realicen proyectos comunes

Existe el debate de si los conflictos –y las alianzas- son entre civilizaciones, incluso hay quien afirma que en la actualidad solamente existe una civilización. Se denominen de una u otra forma, es indudable que existen grandes corrientes ideológicas basadas en siglos de cultura y religión, de crecimiento y de lucha, y que entre los grupos humanos existen profundas relaciones y abismales desencuentros. Estos grandes movimientos, a estas alturas de la vida de la Especie Humana están entremezclados, son mestizos, y gradualmente devienen en civilizaciones, o por lo menos así los ha ido denominando la historia desde la antigüedad. Pero dejemos las palabras y no las convirtamos en fetiches. Sea conflicto entre civilizaciones o entre culturas, lo cierto es que son las personas las que poseen ideas y razones, las que sufren los conflictos y las que deben convivir, aliarse entre ellas para mejorar los usos de la civilización que comparten (Fernando Savater, 2005).

Cuando hablamos de diálogo intercultural, no estamos planteando conseguir terceras culturas. Es un peligro hablar irresponsablemente de integración, cuando la cultura receptora exige que el recién llegado acepte todas y cada una de las pautas culturales y se comporte como uno más en el grupo humano que lo recibe. No es conveniente ni posible la simbiosis de culturas que se encuentran en permanente conflicto ni destruir parte o la totalidad de los elementos, rasgos o patrones que dificultan las relaciones entre los pueblos. En algunos momentos de la historia, incluso de la más reciente, se han hecho intentos por la fuerza de unificación de pueblos, etnias y conocimientos que, pasados los años, han vuelto a salir a flote reivindicando su riqueza cultural con un agravante, el de que quienes se han visto sojuzgados, se han levantado con violencia y provocado grandes masacres. Es importante por ello facilitar una comunicación intercultural más efectiva, sin imposiciones ni violencias, en un proceso interactivo y mutuamente beneficioso para los participantes, que facilite el desarrollo de maneras nuevas, efectivas y aceptables que aporten bases comunicativas comunes (Shohat y Stam, 2002).

Los medios de comunicación pueden ayudar a reducir la incertidumbre y la ansiedad que provoca el encuentro intercultural. El cine, por ejemplo, puede ayudar a conocer y valorar mejor otras culturas, otras normas de vida y convivencia (Gurpegui 2000). La base es compartir información y expectativas o lo que es lo mismo, valorar sus aspectos cognitivos, acrecentar las habilidades para enfrentarse a los diferentes retos que supone entender, relacionarse con personas de otras culturas en sus aspectos afectivos, y la capacidad para actuar creativamente con vistas a mejorar relaciones entre personas, pueblos y culturas, y favorecer el intercambio comunicativo. (UNESCO, 2001). Es imprescindible pues que los medios de comunicación y las nuevas tecnologías se impliquen para formar un inmenso clamor popular, que, pacíficamente, reoriente los rumbos actuales guiados por intereses a corto plazo de una minoría. (Mayor Zaragoza, 2006)


El concepto de cultura


Como sucede con tantos conceptos de interés filosófico y científico, no tenemos razones para pensar que hay o que debe haber un único concepto de «cultura» que sea el correcto. Hay muchos significados del concepto y la elección del más adecuado debe ir en función de los problemas que queramos comprender.

Aunque tampoco existe un único concepto antropológico de cultura, muchos autores reconocen como un buen punto de partida la ya clásica definición de E.B. Taylor: «La cultura o civilización (...) es aquel todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, las leyes, las costumbres y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre en cuanto miembro de una sociedad».

En su sentido más amplio, la cultura puede considerarse actualmente como «el conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o un grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias». Declaración de México sobre las Políticas Culturales. 6 de agosto de 1982


Invasiones, guerra y colonialismo en el cine


En Occidente, fundamentalmente el cine norteamericano, ha realizado conocidas películas en las que los conflictos, base del progreso y de la civilización, se resuelven por la fuerza de las armas y la derrota de otras civilizaciones. Son películas en las que se ensalza el valor de los colonizadores como arriesgados y heroicos pioneros, aunque las culturas indígenas desaparezcan bajo el impulso de la «civilización». Hay centenares de ejemplos, sobre todo el que supone la conquista de los pueblos indios, de las guerras en Asia y Oriente próximo. También se ha filmado con frecuencia, en algunos casos con dura crítica hacia la imposición cultural y la violencia, la invasión que una civilización hace de otra: 1492: La conquista del paraíso (The Conquest of Paradise, 1991) de Ridley Scott, narra de forma épica la conquista el descubrimiento y conquista de las tribus americanas; en La Misión (The Mission, 1986), de Roland Joffé, se aprecian los conflictos culturales y la violencia con la que en ocasiones se han solucionado; El piano (The Piano, 1993), de Jane Campion, cuyo trasfondo son las grandes diferencias sociales y culturales entre la colonización anglosajona y los aborígenes neozelandeses; Apocalypse Now, 1979, de Francis Ford Coppola, exhibe la violencia, locura y destrucción de la guerra; La batalla de Argel (La battaglia di Algeri, 1966) de Gillo Pontecorvo, es una despiadada y dura crítica sobre la actuación colonial francesa en Argelia; La hora de los Hornos, 1968, del argentino Fernando Solanas, es un canto a la rebelión contra el colonialismo; Apocalypto (2006), de Mel Gibson, narra el final de la gran civilización maya, cuando su idílica existencia es brutalmente interrumpida por el ataque de una violenta fuerza invasora, o La guerra del opio (Yapian zhanzheng, The Opium War), 1998, dirigida por Xie Jin, una coproducción entre Hong-Kong y Gran Bretaña, que cuenta la histórica desde un punto de vista chino, de la entrada del colonialismo inglés en China mediante la guerra por adueñarse del comercio del opio.


Oriente y occidente en las Termópilas


En la película 300 (2006), de Zack Zinder, basado el cómic de Frank Miller, se describe con originalidad y maestría, cómo en la batalla de las Termópilas el primer choque frontal entre Oriente y Occidente se materializa en una guerra sangrienta y feroz. El director se inspiró en otra película estadounidense dirigida por Rudolph Maté titulada El león de Esparta (The 300 Spartans, 1962), que Miller vio cuando era niño. Hoy, infinidad de películas de todos los países, incluido el mismo cine norteamericano, cuestionan esta actitud guerrera, y cada día más son más los films críticos hacia los dominios imperialistas, presentando una actitud favorable al dialogo y a la convivencia como forma eficaz e ineludible de resolver los conflictos.

La película 300 produjo hondo malestar en el mundo musulmán, pues presenta a los invasores persas de forma anacrónica, con fisonomías, características y adornos propios del mundo árabe actual. Aunque sea cierto que Oriente era un complejo de culturas, la civilización persa que dominaba Jerjes, lejos estaba de parecerse a la iconografía con la que se la ha representado dos milenios y medio más tarde. El cine ha mostrado en infinidad de ocasiones el intercambio cultural como conflicto armado, desprestigiando al adversario, a pesar de que el conflicto cultural, en la historia de la humanidad, no siempre ha sido solucionado, dirimido o finalizado mediante sangre u opresión, pues es una interacción constante, fluida y viva, que circula desde los albores de la humanidad y que ha dado lugar a la gran riqueza de las civilizaciones.


Las guerras religiosas en el cine


El concepto de Guerra Santa específicamente se refiere a la deseada y ordenada por Dios, que conduce de inmediato al Paraíso a las almas de los que mueren en ella. Ese concepto no es único de esas interpretaciones del Islam o el Cristianismo, sino que se encuentra en muchas mitologías, como la nórdica-germánica (el Walhalla). La muerte en combate se considerado siempre como especialmente honrosa, y morir sin las armas en la mano como una deshonra que prefería evitarse incluso con el suicidio.

Las cruzadas fueron un tipo de guerra santa autorizada y mandada predicar por el papado en defensa de la Iglesia y los cristianos, o contra los enemigos de la Iglesia, que podía tener tanto carácter defensivo como ofensivo y, por lo tanto, podían tener lugar en cualquier escenario. Aunque se suelen numerar a las cruzadas que tuvieron por objetivo Tierra Santa, esto es una medida un tanto imaginaria. Salvo la primera, ninguna otra fue numerada por sus contemporáneos. Las cruzadas no se limitaron a Tierra Santa y a esos siglos centrales de la Edad Media, sino que se siguieron realizando hasta bien entrada la Edad Moderna y contra diversos enemigos. Así, tenemos varias cruzadas en los siglos XIV y XV a lo largo de toda Europa y el Mediterráneo. Incluso la Liga Santa naval que se formó para la batalla de Lepanto (1571) también tuvo el rango de cruzada.

El cine ha filmado la guerra santa, en ocasiones para ensalzarla y mitificarla. Existen al menos seis versiones sobre la confrontación entre Cristianismo e Islam, desde la visión cristiana. Una de ellas es Las cruzadas, de Cecil B. DeMille (1935). Por la parte oriental, Saladino (Youssef Chahine, 1963), es una superproducción egipcia que muestra a un árabe egipcio, Saladino (realmente no era árabe, sino de origen kurdo, algo que se silencia en el film), que es capaz de unir a todos los pueblos árabes frente a los invasores cruzados cristianos. Otro tipo de cine pone en entredicho la guerra santa, como El reino de los cielos (Kingdom of Heaven, 2005), de Ridley Scott, sobre las Cruzadas, en el que se muestra la violencia en la defensa de la fe de algunos fanáticos en contraposición con otras posturas, tanto de cristianos como de algunos musulmanes, entre ellos Saladino y cuyo mensaje más claro es salvaguardar la paz y trabajar por la armonía entre las diferentes religiones y culturas.


Algunas películas sobre las guerras de religión


(Algunos datos los he extraído de Jose Manuel Rodriguez García)

 1912, Jerusalén liberada, La Gerusalemme liberata, película italiana dirigida por Enrico Guazzoni, basada en la obra de Tasso..

1923. Ricardo, corazón de León, de Ch. Whitley

1935. Las cruzadas, The Crusades, de Cecil B. DeMille. Se mezclan varias cruzadas, sobre todo las tres primeras en lo que resulta, al final, un relato de la tercera cruzada, la de Ricardo Corazón de León a Tierra Santa a fines del siglo XII. Adapta la novela «Las cruzadas: santos y hombres de hierro», de Harold Lamb, que tomaba como personaje central al Rey Ricardo «Corazón de León».

1938. Alexander Nevsky, de Sergei Eisenstien, URSS, narra la historia del Príncipe Alexander Nevsky desde su aparente posición de humilde pescador hasta su condición de héroe de guerra que llevó a su país a la victoria en el año 1242 contra la invasión de las tropas Mongolas a Rusia.y contra los caballeros teutones, poniendo fin a la invasión alemana.

1938. Robin Hood. The Adventures of Robin Hood, de Michael Curtiz, con su correspondiente trasfondo de las Cruzadas.

1951. La conquista de Constantinopla, La Conquête de Constantinople, del turco Aydin Arakon.

1952. Ivanhoe, de Richard Torpe, sobre los caballeros que vuelven de Las cruzadas, basada en la novela de Walter Scott..

1954. El talismán, King Richard and the Crusaders, de David Butler, basada en la novela de Walter Scott, con graves errores históricos narra cómo durante la III Cruzada, y en plena lucha por recuperar el Santo Grial, el rey Ricardo Corazón de león es víctima de una traición que le arrebata el mando de las tropas.

1954. La espada del sarraceno, La Scimitarra del Saraceno, de Piero Pierrotti

1954. La espada del sarraceno, The Saracen blade, de William Castle, una aventura en Las Cruzadas con graves errores históricos.

1957. El séptimo sello, The Seventh Seal, de Ingmar Bergman, pelícual sueca que narra las desventuras del caballero sueco Antonius Blovk ue  regresa a su país con su escudero, tras diez años de inútiles combates en las Cruzadas por Tierra Santa, como un hombre atormentado y lleno de dudas, y la Muerte se presenta reclamándolo.

1957. Jerusalén libertada, La Gerusalemme liberata, de Carlo Ludovico Bragaglia.

1957. Los caballeros de la tabla cuadrada, Monty Python and the Holy Grail, del Reino Unido, comedia sobre los caballeros del rey Arturo dirigida  por Terry Jones y terry Gilliam.

1960. Los caballeros teutónicos/La cruz negra, Krzyzacy/Black Cross, película polaca de Aleksander Ford, sobre los desmanes de Los caballeros teutónicos que, amparándose en la cruz, cometen todo tipo de actos inmorales y desmanes en Polonia y se enfrentan a los príncipes católicos polacos del siglo XIII.

1961. El Cid, The Cid, de Anthony Mann, sobre la vida del legendario caballero que tanto combatió a los musulmanes como se alió con ellos.

1961. La espada del Islam, Wa Islamah, de Andrew Marton, una coproducción de Egipto, Italia y Arabia, sobre las invasiones tártaras sobre Egipto en el siglo XIV.

1963. Saladino, El Naser Salah el Dine, de Youssef Chahine, superproducción egipcia que muestra a Saladino como árabe egipcio (realmente no era árabe, sino de origen kurdo, algo que se silencia en el film), que es capaz de unir a todos los pueblos árabes frente a los invasores cruzados cristianos.

1963. El valle de las espadas, película española de Javier Setó, en la que en las batallas contra los musulmanes aparecen Santiago y San Millán, dirigiendo las huestes cristianas. Muy del estilo de la ideología de la época.

1967. Brancaleone y las cruzadas, Brancaleone alle crociate, de Mario Monicelli, sobre un caballero medieval que forma parte de una expedición que marcha de cruzada a Jerusalén, liderada por un monje visionario, pero bastante desorientado a la hora de llegar a Tierra Santa.

1972. La última cruzada, The Last Crusade, sobre las luchas por la unificación de Rumanía, durante la última década del s. XVI-XVII. Algo que empezó o que tuvo momentos de estar amparada por la cruzada contra los Turcos.

1975. Los caballeros de la tabla cuadrada, Monty phyton and the Holy Grial, de Terry Guiliam y Terry Jones, Monty Phyton, en la que con su acostumbrado absurdo humor británico hacen una feroz burla de diferentes mitos medievales y de películas que se han hecho sobre ese tiempo.

1976. Robin and Marian, de Richard Lester, en la que se muestra la cara más oscura de Ricardo corazón de León.

1987. Corazón de León, Lionheart, de Franklin J. Schaffner, sobre las aventura sde un joven caballero cruzado que se impone la obligación de defender a los niños y llevarlos a la seguridad que les proporcionará el Rey Ricardo.

1990. La batalla de los tres reyes/Tambores de Fuego, de Souheil Ben-Barka, una coproducción entre España, Marruecos, Portugal e Italia, sobre la llamada, «Cruzada africana» en la que interviene el rey Don Sebastián de Portugal (con la oposición de su tío Felipe II e incluso con reticencias del papado) al norte de África y que acabaría con su muerte en la trágica batalla de Alcazarquivir, en 1578, conocida históricamente como «La batalla de los Tres Reyes»

1991. Robin Hood, principe de los ladrones, Robin Hood, prince of thieves, 1991, de Kevin Reynolds, como todas las de Robin Hood, parte del marco histórico son las Cruzadas.

1992. Las Cruzadas, Les Croisades, de Jim Goddard, es una versión novelada para TV sobre las Cruzadas relatada por un niño de corta edad. 

1995. Las Cruzadas, The Crusades, una serie para la TV de la británica History Channel, coproducida con EEUU.

1997 Destiny, película franco egipcia de Youssef Chahine, contra la intolerancia, en la que sobre la base de la vida de Averroes se hacen referencias a la cruzada contra los albigenses, las campañas cristianas contra los musulmanes en andalucía, las campañas de Saladino en Oriente y los movimientos fanáticos dentro del reino almohade.

2001, Los caballeros que cumplieron su empresa, I Cavalieri que fecero l´impresa/ Knights of the Quest, de Pupi Avati, sobre las aventuras de cinco jóvenes que en el marco de la última cruzada de San Luis (Túnez, 1270) parten hacia Tebas para hacerse con el Santo Sudario y entregárselo a la familia real francesa. 

2002. Las Cruzadas, Crociati, versión italiana dirigida por Dominique Othenin-Girard.

2004. El Reino de los cielos, Kingdom of Heaven, de Riddley Scott, que describe los sucesos que llevaron a la derrota de los cruzados en la gran batalla de Hattin de 1187, frente a Saladino. Presenta las dos visiones, la cristiana y la musulmana y manifiesta la dureza de una guerra injusta e intolerante.

2004. Soldado de Dios, Soldier of God, de David Hogan, un fanatico caballero templario se replantea el porqué del conflicto entre cristianos y musulmanes, sus propios votos, su función como caballero templario y la naturaleza de sus enemigos (Saladino) en el marco del desastre de Hattin (1187) y los comienzos de la tercera cruzada dirigida por Ricardo de Inglaterra y Felipe de Francia.

2007. Arn, el caballero templario, Arn-Tempelriddaren, de Peter Flinth, basada en la obra «La Trilogía de las Cruzadas», del escritor sueco Jan Guillou que relata las aventuras de un caballero templario en las cruzadas, que deberá defender los reinos francos del imperio árabe, al mismo tiempo que se enfrenta a una lucha interior por el deseo de regresar a su patria.



Encuentros y desencuentros culturales en el cine


El cine documental, desde sus orígenes, desde Flaherty, que encontró en el celuloide una herramienta complementaria para presentar los vínculos y relaciones culturales del pueblo esquimal, Nanook, el esquimal (Nanook of the North 1922), ha mostrado y apoyado la idea de que nada es puro, de que siempre hay mezclas de cultura, influencias de muchos lugares, como los documentos visuales de Margaret Mead y Gregory Bateson, que hacia 1930 analizaron las pautas de conducta de los habitantes de Bali y Nueva Guinea. El cine de ficción, ha reproducido en innumerables ocasiones las invasiones de unos pueblos sobre otros, la defensa de los indígenas contra la invasión y los encuentros culturales que se daban en ocasiones entre invasores e invadidos. El cine norteamericano es un ejemplo de narraciones sobre los pioneros conquistadores de tierras vírgenes en Canadá, la conquista del Oeste, la eliminación de los pueblos indígenas, el extrañamiento de sus propias tierras de caza y la reducción de las tribus a territorios definidos por el Gobierno.


Películas que tienen que ver con la violencia contra los nativos, la colonización y la adaptación a otras culturas


  • Aguirre, la cólera de Dios. Aguirre, der zorn gottes. 1973. Werner Herzog. La conquista de la selva en la aventura equinoccial de Lope de Aguirre.

  • Bailando con lobos. Dances with wolves. 1990. Kevin Costner. Respeto a culturas autóctonas.

  • Pequeño gran hombre, Little Big Man. 1970, dirigida por Arthur Penn, en la que un blanco convive durante muchos años con los indígenas norteamericanos.

  • Caminante sobre el viento. Hablada en cheyennne. Una de las etnias que más ha respetado el medio en el que vive.

  • Donde sueñan las verdes hormigas. Wo die grunen ameisen traumen. 1984. Werner Herzog. Aborígenes australianos se desplazan a la capital para luchar por su tierra sagrada, amenazada por una compañía minera.

  • El Dorado. 1988. Carlos Saura. La conquista de la naturaleza en la aventura de Lope de Aguirre.

  • El gran combate. Cheyenne Autumn. 1964. John Ford. El pueblo cheyenne busca territorios para asentarse, impedido por el ejército, que rompe todos los pactos con los antiguos dueños de las mejores tierras.

  • El último Mohicano. The Last of the Mohicans. 1992. Michael Mann. La naturaleza salvaje y el respeto a las etnias durante la expansión y conquista de Norteamérica por parte de ingleses y franceses.

  • Fitzcarraldo. 1982. Werner Herzog,. Intentos de llevar el modo de vida occidental a la selva peruana.

  • Jugando en los campos del Señor. At Play in the Fields of the Lord. 1991. Héctor Babenco. Destrucción de tribus y de la naturaleza.

  • La misión. The Mission. 1986. Roland Joffé. La selva sudamericana y la lucha del indígena por su tierra.

  • La selva esmeralda. The Emerald Forest. 1985. John Boorman. La intromisión de occidente en la Amazonía y cómo reaccionan las tribus nativas.

  • Las aventuras de Jeremías Jonson. Jeremiah Jonson. 1972. Sydney Pollack. La vida en las Montañas Rocosas en plana naturaleza entre las tribus autóctonas.

  • Los dientes del diablo. The Savage Innocents. 1960. Nicholas Ray. Con Anthony Quinn en su personaje de esquimal

  • Apocalypto, 2006, realizada por Mel Gibson, presenta Guatemala, antes de la llegada de los primeros colonizadores españoles, como una historia de violencia entre pueblos y culturas.

Agurre

Bailando con lobos

La misión

 


Cruzando el polvo

En tierra de nadie

Cartas desde Iwo Jima

Banderas de nuestros padres

Agua

Tierra

Cuando el cine rompe estereotipos


Para que las relaciones interculturales empiecen a tener distinto perfil, es necesario luchar contra prejuicios y estereotipos, y el cine es un medio eficaz que contribuye a ello, pues una película va más allá de su propia historia y del lenguaje cinematográfico y técnicas con la que está realizada (Castiello, 2001)

Una interesante película, Cruzando el polvo (Crossing The Dust, 2006), del director kurdo Shawkat Amin Korki, narra una historia en el contexto de la invasión norteamericana de Irak en 2003, cuando un niño árabe, llamado Saddam, de cinco años se pierde en el fragor de la guerra. Dos soldados kurdos que lucharon contra las tropas de Saddam Hussein le encuentran entre el caos de la contienda. Uno de ellos, alegre y optimista, quiere devolverlo a su familia, el otro, prefiere dejarlo a su suerte. Es un acercamiento a los conflictos internos que generan los combates y una aproximación al acercamiento cultural desde la sencillez de las historias personales. El director dice de su película que anima a todas las personas a «dejar de lado todo el odio que sienten, fruto de su propio sufrimiento y de las guerras que han vivido, y a que siempre vean la parte noble de los seres humanos, a que digan no a la guerra, a los prejuicios raciales y sociales, a que tengan una mirada nueva, optimista y pura hacia los demás».

En tierra de nadie (Ničija Zemlja, 2001), del director bosnio Danis Tanović se muestra, en una dura crítica contra el salvajismo de la guerra y de los conflictos interculturales, cómo dos soldados de dos bandos diferentes, uno bosnio y el otro serbio, en pleno conflicto de las Balcanes, se encuentran atrapados en una trinchera entre sus respectivas líneas, en tierra de nadie, durante la guerra de Bosnia de 1993. Mientras intentan salir de su situación, un sargento de los cascos azules de las Naciones Unidas les ayuda en contra de las órdenes de sus superiores, provocando un show mediático de carácter internacional. Entre otros premios ganó ese año el Oscar a la Mejor película habla no inglesa, en Cannes el Premio Mejor Guión y en San Sebastián el Premio del Público.

Un solo director, Clint Eastwood, en 2006 ha realizado dos películas, Cartas desde Iwo Jima (Letters From Iwo Jima) y Banderas de nuestros padres (Flags of Our Fathers), exponentes de un cine bélico de reflexión, que busca en cada uno de los films una mirada diferente, cada película narra la misma historia desde el bando contrario, los sufrimientos y sentimientos de los contendientes en una misma batalla, la de Iwo Jima, en la II Guerra Mundial, en la que ambos bandos están imbuidos con la creencia de que es necesario defender su propia civilización, amenazada por otra.

A las cinco de la tarde (Panj é asr, 2003), película dirigida por la iraní Samira Makhmalbaf, presenta Afganistán tras la caída del régimen talibán, cuando se reabrieron las escuelas para las mujeres. La directora intenta entender, tanto al padre de la protagonista, partidario de los talibanes y su cultura, como a su hija, una niña que quiere estudiar, que está en contra de esta manera de pensar. La película pretende entender y mostrar el misterio de la recesión de la región y la guerra camuflada que existe entre las dos generaciones, al igual que las diferencias que existen entre hombres y mujeres.


Profesora: Todas las alumnas deberían llevar uniforme negro y pañuelo blanco. Noqreh, ¿Por qué llevas un vestido de color?

Noqreh: Señorita, si llevara uniforme mi padre no me dejaría venir.

Profesora: ¿Por qué?

Noqreh: Piensa que las chicas no deberían estudiar.

(De la película iraní A las cinco de la tarde (Panj é asr, 2003), de Samira Makhmalbaf)


En la película Agua (Water, 2005), de la directora hindú Deepa Mehta, se muestran los conflictos entre generaciones en lo cultural e ideológico. Por causas de fanatismo, incomprensión y negación del diálogo, fue de rodaje complicado. En la India no pudo rodar, debido a las amenazas de ciertos grupos fundamentalistas y debió hacerlo en Sri Lanka. Una niña de 8 años es obligada a casarse con un anciano. Viuda ya, encuentra su camino al enamorarse de un activista de Ghandi, de casta superior. Se narra con eficacia el choque de culturas y su superación dentro de un mismo entorno.

Un film como Tierra, Earth, de Deepa Mehta (India, 1998), provoca en el espectador la pregunta: ¿por qué las personas que conviven en paz se vuelven unas contra otras?, al narrar cómo en 1947 estallaron las revueltas entre pakistaníes e hindúes y el cambio que sufrieron varios amigos pertenecientes a diferentes culturas.

La película, También la lluvia, 2010, de Icíar Bollain, rodada en Bolivia, narra el intento de filmar la conquista española por parte de una productora, y finaliza en un encuentro cultural entre quienes han ido a realizar la película y los que hacen de extras en la misma, inmersos en sus propios problemas de lucha por el acceso al agua y contra la marginación.


El cine de los países con mayores necesidades y la integración cultural


En una gran parte de las temáticas elegidas por países pobres para hacer su cine, coexisten pacíficamente culturas diversas, presentando sus propios problemas, sus dificultades de convivencia y su necesidad de emigrar para subsistir. En los productos de este tipo de cine se muestran con frecuencia temas de la emigración, internas, éxodo rural y llegada a la ciudad, o externas, que buscan el sueño del trabajo y del bienestar en países lejanos y las dificultades que tienen para su integración en ellos.

Son los países pobres los que mejor reproducen la necesidad de la convivencia cultural. Una película como Petirrojo (2006), iraní, es un canto a la coexistencia entre religiones y etnias, una metáfora de las normales relaciones entre grupos de diferentes creencias que conviven en un remoto paraje de Irán, con sus desavenencias, tragedias, conflictos grandes y pequeños. Mereció el Premio Especial del Jurado en 2007, en Madrid, en el Festival internacional de cine para la infancia y la juventud.

Este cine, cada vez más visto y valorado en Occidente, abre la puerta para conocer elementos de las culturas en su origen y permite adentrarse en sentimientos, dramas, opiniones o diferentes ideologías. La imagen sirve así, en algunos casos como denuncia, otras veces aporta datos sobre una determinada cultura o sirve como iniciación –o soporte en una investigación etnográfica- de una línea de investigación.

Un dato. En Nigeria (Nollywood): se realizan 1.200 películas al año, todas en video. Aunque es un cine de muy baja calidad, es la tercera cinematografía del mundo, por detrás de Hollywwod y Bollywood. África es un continente a descubrir, pero nunca lo descubriremos porque no llega a las salas comerciales de occidente, con narraciones ajenas, lejanas, difíciles, controvertidas, que molestan porque muestran un mundo de pobreza, de miseria que amenaza la tranquila vida burguesa que se lleva en la parte rica del mundo.

El color del paraíso, Irán

Ni uno menos, China


La incidencia de los medios en la educación para un diálogo intercultural


El impulso que la sociedad de la información está dando a la inclusión de los medios audiovisuales y las nuevas tecnologías incide profundamente en el desplazamiento de las tradicionales fuentes y formas de información, que están siendo sustituidos ellos.

La facilidad que aportan actualmente las nuevas tecnologías para la filmación, montaje y sonorización, deben animar a centros educativos y profesores a promover la realización de productos audiovisuales y telemáticos concretos, lo que obligará a crear, investigar, diseñar, redactar, producir, montar y editar en los diversos soportes y formatos que tienen a su disposición. Y será necesario promover, en respuesta a la diversidad cultural de los interlocutores en nuestras sociedades, alianzas y dinámicas que ayuden a conformar redes locales que se opongan a la exclusión de las minorías, en réplica al poder y la fortaleza de los encuadramientos sociales y culturales dominantes.

Los sistemas educativos están en ocasiones de espaldas a estos cambios, y en los centros educativos se obvian con frecuencia la importancia de los actuales medios y en especial de sus contenidos, plagados en ocasiones de referentes históricos, geográficos y culturales, en unos procesos que se enmarcan en la lucha por la recuperación de la justicia y la democracia, en la construcción de otro mundo posible, sostenible y respetuoso con las diferencias de sus habitantes, pueblos y culturas. Hay infinidad de documentos que pueden ayudar a la reflexión, tanto en el cine y la televisión como en las alternativas que ofrece Internet. es posible comunicarse, intercomunicarse, con ciudadanos de todo el mundo, conocer en la lejanía otras culturas, recibir informaciones alternativas a las oficiales.

Cada vez es más común un cine en el que se concede la prioridad al diálogo de las culturas y las civilizaciones, que obliga al conocimiento y la reflexión activa, que prioriza los casos de interacción y aportación mutua, que sensibiliza a nuevos interlocutores, en especial a los jóvenes, hacia el concepto y las dimensiones de un diálogo entre culturas y civilizaciones.

En Un novio para Yasmina, de Irene Cardona Bacas, en 2008, una joven marroquí culta y atractiva que ha llegado a España con la intención de continuar sus estudios universitarios, que no encaja ni con la cultura española ni se siente a gusto con sus compañeros marroquíes, se analiza el desencuentro, als dificulyades de adaptación cultural y las vías de acercamiento que pueden darse entre personas de culturas diferentes.


Azur y Asmar


Azur y Asmar . Largometraje de animación

2004. Francia, Bélgica, España, Italia. 99 min.

Director : Michel Ocelot

Sinopsis. Dos niños que fueron acunados por la misma mujer. Azur, rubio de ojos azules, hijo del señor del castillo y Asmar, moreno de ojos negros, hijo de la nodriza. Pero después de criarlos como hermanos, los separan de cuajo. Azur, impresionado por la leyenda del Hada de los Djins –que le contaba su nodriza- no podrá parar hasta encontrarla más allá de los mares.

Los dos hermanos de leche, una vez mayores, A cual más intrépido, parten cada uno por su lado en busca del Hada rumbo a unas ignotas y mágicas tierras donde sortean grandes peligros y descubren increíbles maravillas.


César y Zaín


2005. España. 86 min.

Dirección: Larry Levene.

Género: Documental.

Guión: Santiago Tabernero, Larry Levene y Luis Alaejos.

Producción: Agustín Almodóvar y Larry Levene.

Música: Carlos Vega y Eduardo Dorda.

Fotografía: Juan Carlos Gómez.

Montaje: Iván Aledo.

Sinopsis: Dos chicos, uno español, católico, (César), y otro musulmán que vive en Delhi, India (Zaín), han entrado en contacto por Internet movidos por su afición al ajedrez. Un lenguaje ancestral y un medio novísimo que no conoce fronteras. Se puede apreciar cómo dos muchachos de orígenes culturales tan distintos hacen compatibles sus definiciones de valores verdaderamente universales en la turbulenta situación actual.


Valores comunes. Lo que nos une


Una iniciativa de varios colectivos europeos, entre ellos el Grupo Comunicar, fue la de plasmar en relatos y en comics, con el fin de ser llevados a una reflexión en las aulas, los puntos comunes que existen entre las diferentes culturas y creencias.

El proyecto, denominado Valores Comunes tuvo como principal objetivo promover la cultura de la paz a través del encuentro y el diálogo entre distintas religiones y culturas que actualmente viven en Europa, utilizando el cómic como medio de comunicación y desarrollo. El aumento de un pensamiento religioso agresivo e intolerante, está en la base de muchos de los problemas que impiden la solución de conflictos, pero es posible demostrar que las distintas religiones y visiones laicas comparten algunos valores éticos que hacen posible un diálogo intercultural marcado por el respeto mutuo, la no violencia, la igualdad, el perdón o la concordia.

El proyecto Valores Comunes ha planteado acciones específicas a realizar en el territorio europeo para destacar el valor de los puntos de encuentro e intercambio entre los distintos sistemas de pensamiento. El guión de cada uno de los cinco comics fue elaborado a partir del relato de cinco diferentes autores europeos y africanos, y dibujado y coloreado por artistas africanos. La guía didáctica que acompaña a los materiales de trabajo, es muy completa y aporta multitud de datos, comentarios, citas y textos que ayudan a la reflexión.


La apuesta por un cine digital para el acercamiento intercultural. Tus ojos


Cada vez son más las iniciativas y productos audiovisuales que procuran un mundo en diálogo, que presentan alternativas y reflexiones para lograr el encuentro intercultural. La productora «Tus ojos», se fundó con el objetivo de crear un marco de referencia en el mundo audiovisual, capaz de conjugar el lenguaje del cine con la sensibilización sobre problemas actuales de la infancia. La productora ha apostado por la tecnología digital, para la filmación y para la distribución, que se realiza en centros educativos y culturales, con el fin de que el film y las situaciones que lo hacen posible, se analicen y procuren la reflexión y la concienciación. Toda su filmografía gira, hasta el momento, en torno a la visión de las diferentes culturas y de la riqueza de los encuentros entre las personas. En el mundo a cada rato, 2004, cinco historias de cinco niños de diferentes lugares del planeta, dan pie a reflexionar sobre las actitudes hacia los demás. En su largometraje, Pobladores, 2006, de Manuel García Serrano, sigue a varios niños emigrantes y a sus familias en un viaje de ida y vuelta hasta sus países de origen. Cooperantes, 2008, rodado en Guatemala y dirigido por el mismo director, es una expresión del respeto de quienes ayudan a personas de culturas diferentes a desarrollar sus propias iniciativas sin inmiscuirse en sus planteamientos culturales. De los tres film se han realizado guías didácticas que, en los centros educativos, permiten ayuda, debate y reflexión sobre los contenidos y características de las películas.


Referencias


Castiello, Ch. (2001). Huevos de serpiente. Racismo y xenofobia en el cine. Madrid: Talasa Ediciones.

Gurpegui, J. (2000). El relato de la desigualdad. Estereotipo racial y discurso cinematográfico. Zaragoza: Ediciones Tierra AC.

Herodoto (1994). Historia. Obra completa: Tomo IV, Libro VII. Madrid: Biblioteca clásica Gredos.

Kurht, A. (1995). The Ancient Near East c. 3000-330 BC, vols 1 y 2. Londres: Routledge.

Martínez-Salanova, E. (2007). Medios de comunicación y nuevas tecnologías para la cultura de la paz, en Aguiar M. V. & Farray J. (coords): Sociedad de la Información, Educación para la Paz y Equidad de Género, 5-13. La Coruña: Netbiblo.

Martínez-Salanova, E (2008). Cine y migraciones en España. Cine y educación. (http://www. uhu.es/cine.educacion)

Martínez-Salanova, E. (2008). Cine e inmigración: Otra ventana abierta para el debate. Cómo expresan los medios de comunicación la emigración, el mestizaje y las relaciones interétnicas, en Francisco Checa (ed.): La emigración sale a la calle, 231-252. Barcelona: Icaria.

Mayor-Zaragoza, F. (2006). Civilizaciones y culturas: del diálogo a la alianza. Actas del Simposio internacional Túnez, 30 enero–1 de febrero 2006.

Paseta, M. (2001): Ni globalizados ni globalizadores: las nuevas tecnologías de la comunicación como herramientas para el desarrollo. Comunicar 16; 13-24

Shohat, E. y Stam, R. (2002). Multiculturalismo, cine y medios de comunicación. Barcelona: Paidós.

UNESCO (2001). Informe Mundial sobre Cultura 2000-2001. Diversidad cultural, conflicto y pluralismo. España: UNESCO/Mundiprensa.