Anexo 1

Carta del Ocio

© Enrique Martínez-Salanova Sánchez

 

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Carta del ocio


Prólogo

Todas las sociedades y culturas reconocen, cada vez más, el derecho de las personas a ciertos periodos de tiempo en los cuales puedan optar libremente por experiencias que proporcionen satisfacción personal y mejoría de su calidad de vida.

Paz, un mínimo de estabilidad social, oportunidades para relaciones personales significativas y la reducción de la desigualdad social, son algunos de los más importantes prerrequisitos para la implantación completa de ese derecho.

Aunque la palabra "ocio" tenga distintos significados en diferentes partes del mundo y sea desconocida en varias lenguas, todas las culturas y todas las sociedades tienen en su vocabulario palabras que corresponden al concepto de "ocio". Por lo tanto, para el objetivo de esta carta, Ocio será tratado como equivalente a conceptos tales como "Freizeit", "Lazer", "Vryetydsbesteding", "Loisir", "Leisure" y otros.

Libertad y opciones para elegir son elementos esenciales del ocio. Libertad para desarrollar sus propios talentos, buscar sus propios intereses y mejorar la calidad de vida. Opción para escoger dentro de una gran oferta de oportunidades, para ampliar sus propias experiencias y opciones de ocio.

Ocio y recreación, en este contexto, son entendidos como respuestas personales sobre actividades que pueden ser hechas durante el tiempo libre, proporcionando satisfacción personal, renovación y placer.

Artículo 1: El Ocio es un derecho básico del ser humano. Se sobreentiende, por eso, que los gobernantes tienen la obligación de reconocer y proteger tal derecho y los ciudadanos de respetar el derecho de los demás. Por lo tanto, este derecho no puede ser negado a nadie por cualquier motivo: credo, raza, sexo, religión, incapacidad física o condición económica.

Artículo 2: El Ocio es un servicio social tan importante como la Salud y la Educación. Las oportunidades para el Ocio y la Recreación deben, por lo tanto, ser ampliadas para todos, garantizando el acceso justo con variedad y calidad adecuadas.

Artículo 3: En principio, la mejor fuente de Ocio y Recreación reside en cada persona. La función fundamental de los gobernantes, de las agencias privadas y de las organizaciones es apoyar y ofrecer servicios, enfatizando primordialmente la comunidad local.

Artículo 4: Las ofertas de Ocio, recreación y tiempo libre deben enfatizar la satisfacción personal, el desarrollo de las relaciones interpersonales, la integración familiar y social, el entendimiento y la cooperación internacionales y el fortalecimiento de las identidades culturales. Debe cuidarse el mantenimiento de la calidad del medio ambiente y a la preservación de su potencial para el Ocio y la recreación.

Artículo 5: La formación de líderes, animadores y profesionales de Ocio y Recreación debe ser garantizada allí donde sea posible. Los principales desafíos de estos líderes son estimular a los individuos a descubrir y desarrollar sus talentos, ayudándoles a lograr las habilidades personales que puedan ampliar sus experiencias y oportunidades de Ocio y Recreación.

Artículo 6: La gran variedad de fenómenos de Ocio y Recreación, incluyendo experiencias personales y colectivas, deben ser objeto de estudios sistemáticos e investigaciones académicas. Los resultados deben ser divulgados lo más ampliamente que sea posible, para aumentar el conocimiento del individuo sobre sí mismo, para suministrar subsidios racionales a las decisiones políticas y favorecer una base más eficaz para el desarrollo y la implantación de programas. Todo ciudadano debe tener acceso a todas las formas de información relativas a los diversos aspectos del Ocio y la Recreación.

Artículo 7: Las instituciones educativas de todos los niveles deben dar énfasis especial a la enseñanza de la importancia del Ocio y la Recreación, ayudando a los alumnos a descubrir sus potencialidades para integrar el Ocio en su estilo de vida. Estas instituciones deben ofrecer, también, oportunidades adecuadas para el desarrollo de liderazgos y educadores de Ocio y Recreación.

Epílogo

La presente carta es resultante de un proceso de revisión de la "Carta del Ocio" adoptada por la Asociación Internacional de Recreación en mayo de 1970, en Ginebra, Suiza. Esa revisión tuvo su inicio en un Seminario de la II Conferencia Internacional de Liderazgo en Recreación y Tiempo Libre, realizada en San Juan de Puerto Rico del 22 al 26 de octubre de 1979.

Después se preparó una carta preliminar reuniendo la opinión de un gran número de personas e Instituciones de varias partes del mundo. Esa carta se fue perfeccionando hasta el XXV Encuentro Anual de la WLRA, que ocurrió en Twannberg (Suiza), del 5 al 11 de noviembre de 1981, donde se organizaron todas las contribuciones en una sesión de estudios. Las conclusiones, después de haber sido revisadas por los participantes del Seminario de Puerto Rico y por la dirección de la WLRA, se concretaron en la actual versión.


© Enrique Martínez-Salanova Sánchez